Los Dos Testigos
(Primera Parte)
Se
me dio una caña que servía para medir, y se me ordenó:
“Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y a los que
adoran en él. Pero no incluyas el atrio exterior del templo;
no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones
paganas, las cuales pisotearán la Ciudad Santa durante
cuarenta y dos meses.
Por mi parte yo encargaré a mis Dos
Testigos que, vestidos de sayal, profeticen durante mil
doscientos sesenta días”. Estos Dos Testigos son los dos
olivos y los dos candeleros que permanecen delante del Señor
de la tierra (Ap.11,1-4).