La Mujer Vestida del
Sol
Apareció
en el cielo una señal maravillosa: Una mujer revestida del
sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de dos
estrellas en la cabeza. Estaba encinta y gritaba por los
dolores y angustias del parto.
Y apareció en el cielo otra señal:
un enorme dragón de color rojo encendido que tenía siete
cabezas y diez cuernos, y una diadema en cada cabeza. Con la
cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y
las arrojó sobre la tierra. Cuando la mujer estaba a punto
de dar a luz, el dragón se plantó delante de ella para
devorar a su Hijo tan pronto como naciera. Ella dio a luz un
Hijo varón que gobernará a todas las naciones con puño de
hierro. Y su Hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios que
está en su Trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar
que Dios le había preparado para que allí la sustentaran
durante mil doscientos sesenta días (Ap.12,1-6).